martes, 21 de junio de 2011

Palabras llenas de música...


Tienes las palabras justas para hacer SENTIR ...
Tienes los detalles justos para soprender...
Tienes los gestos justo cuando ha de ser...
Tienes mucho en ti que está guardado y que muestras...
como un caracol asoma la cabeza tras el Sol...
Como dice la canción



Dulces sueños para mi poeta...no dejes de hacer Sentir como lo haces

Gracias a Fátima

viernes, 7 de enero de 2011

Saliendo con otra mujer...

Esta noche voy a contar una historia que me emociono recibir y sobre todo que quiero compartir contigo.

La puedo llamar 'Saliendo con otra mujer'...

Después de varios años de matrimonio descubrí una nueva manera de entender la chispa del amor. Desde hace poco tiempo había comenzado a salir con otra mujer, en realidad había sido idea de mi Mujer.

  • "Tu sabes que la amas"-me dijo un día, tomándome por sorpresa. La vida es muy corta, dedícale tiempo.
"Pero yo te amo a Tí" -Protesté.
  • Lo sé, pero también la amas a Ella.
La otra persona a quien mi esposa quería que visitará, era mi Madre, viuda desde unos años, pero exigencias de mi trabajo y mis hijos hacían que sólo la visitara ocasionalmente. Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine.
  • "¿Qué te ocurre? ¿Estas bien?" me preguntó.
Mi madre es el tipo de mujer que una llamada tarde, en la noche o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias.  "Creí que sería agradable pasar algún tiempo Contigo", le respondí. "Los dos solitos"!... ¿Que opinas?.
  • Reflexionó sobre ello un momento. "Me gustaría muchísimo", dijo.
Ese viernes mientras conducía para recogerla después de mi trabajo me encontraba nervioso, era el nerviosismo que antecede a una cita... Y, Por Dios, cuando llegué a su casa, vi que Ella también estaba muy emocionada! Me esperaba en la puerta con su viejo abrigo puesto, se había rizado el pelo y usaba el vestido con el que celebró su último aniversario de bodas, su rostro sonreía , irradiaba luz como una princesa.
  • "Les dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo y se mostraron muy emocionadas" -me comentó mientras subía a mi coche. No podrán esperar a mañana para escuchar acerca de nuestra velada".
Fuimos a un restaurante no muy elegante, pero si muy acogedor, mi Madre se aferró a mi brazo como si fuera "la persona más importante". Cuando nos sentamos tuve que leerle el menú. Sus ojos sólo veían grandes figuras. Cuando iba por la mitad de las entradas levanté la vista; mi madre está sentada al otro lado de la mesa y sólo me miraba.
  • Una sonrisa nostálgica se le delineaba en los labios. "Era Yo quien te leía el menú cuando eras pequeño ¿Recurdas?" 
"Entonces es hora de que te relajes y me permitas devolver el favor" -respondí.

 Durante la cena tuvimos una agradable conversación, nada extraordinario, sólo ponernos al día uno con la vida del otro. Hablamos tanto que nos perdimos el cine. "Saldré contigo otra vez, pero sólo si me dejas invitar," dijo mi madre. Cuando la llevé a su casa, la sentí, la besé, la abracé, le dije cuanto la quería.

  •  ¿"Cómo estuvo la cita?" -quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche.
"Muy agradable, gracias, la miré complacido diciéndole, mucho más de lo que imagine".

Días más tarde mi madre murió de un infarto masivo, todo fue muy rápido, no pude hacer nada.

Al poco tiempo recibí un sobre del restaurante donde habíamos cenado mi madre y Yo, contenía una nota que decía:


"La cena está pagada por anticipado, estaba casi segura que no podría estar allí, pero igual pagué para dos, para Ti y tu Esposa, ... jamás podrás entender lo que aquella noche significó para Mi.

!Te amo"! Tu madre...

Gracias a Esther